domingo, 28 de noviembre de 2010

ACECHAR PARA NO SUCUMBIR



vestido de palabras
transito imperceptible entre las bestias
         viajo a salvo de ceremonias engañosas


los bárbaros esperan
    quieren verme hacia abajo
        profetizan mi disolución


 
mientras tanto
      vivo al acecho de palabras poderosas
                     armas para no sucumbir



TRANSITAR EL LUGAR COMÚN



recorreré caminos conocidos
trazados sobre las espaldas de seres luminosos
soportaré la burla y el escarnio
     pediré respeto a mi condición de vagabundo
             transitaré la humildad con convicción

ten paciencia mientras avanzo
indistinguible entre la multitud
este peregrinar del alma es indetenible
y si en verdad los dioses me han señalado
terminaré por poner algún pequeño trazo
    en el mapa de la revelación

domingo, 21 de noviembre de 2010

EN EL MEDIO SUCEDE TODO



no sé pernoctar entre colmillos
y desconozco la liturgia de los artificios

tampoco mi piel es liviana
   no vengo de las tribus que flotan ligeras

mi estirpe se yergue en la mitad
   mundo de mitologías solubles
            fronteras fragmentadas
tierra plagada de templos
donde ángeles y bestias
se confunden amputando verdades


vivo arrodillado en el asombro


                   en el medio sucede todo





AL PIE DE LA LÁMPARA




al pie de la lámpara siempre vuelvo
cansado de transitar las mismas heridas

la luz expone abismos en la carne abierta
        escribe poemas a la sombra de las cicatrices


el dolor borroso que traigo del mundo
no acierta a nombrar las cosas
     no atrapa el tamaño de las lágrimas
no distingue la lluvia de la erupción
               los instantes         de la vida entera


restos de cada jornada
siempre quedan pegados en el alma

para armar con ellos el gran espejo
            al pie de la lámpara siempre vuelvo


miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA SABIDURÍA DE LOS ÁRBOLES




la ciudad tiende un cerco a los árboles rebeldes
secretamente quiere imitarlos
          creciendo hasta el cielo

los árboles no se inmutan
saben desde siempre
        el perdón de la gravedad
debe comprarse
hay que dar una ofrenda
hay que renunciar a casi todo
            incluso a la libertad

los árboles aprendieron
          hay que abrazar la tierra
          prometerle que nunca la abandonaremos


la ciudad no conoce la sabiduría de los árboles
           no sabe que el suelo es la mitad


la ciudad no tiene intenciones de moverse suavemente hacia los lados
pretende  mantenerse firme
            erguirse para rasgar el cielo
                                 eso es desafiar a los dioses

los árboles en cambio       son agradecidos
saben que crecer
es un don reservado
          por los dioses a  sus criaturas

                   así que la ciudad pagará algún día por su arrogancia