hay que ser del camino
y no detenerse
en estos arrecifes de polvo
estas piedras sudan barrotes
sedimentan la sangre
le arrancan los ojos al corazón
nos dijeron que si salíamos
el hielo germinaría en la piel
que de noche la sangre se atreve más allá de sus fronteras
nos sembraron miedos forasteros
nos llamarán de vuelta
a desovar en el polvo
a rendir tributo al mineral apelmazado
a perpetuarnos esperando que el cielo se desmorone
¿hablan las ciudades unas con otras?
¿se vanaglorian de lo cobarde que son sus vasallos?
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