jueves, 3 de noviembre de 2011

EL RÍO





sólo esto vale la pena contar:
      nuestros tiempos estrechan la cara
ensanchan la espalda doblada
pero nadie conoce el color del borde

lo demás es un río que nos pasa
   mientras resistimos pegados a la piedra
creyendo así esquivar los remolinos     

no hay mejor suerte con el cielo
apenas nos queda un puñado invicto de meteoros
   huyendo como moscas
       silbando hielo
                   ahogándose en tímpanos de piedra


la suerte de los forasteros es borrar los nudos y hacer espacio
para que lleguen otros mundos donde clavar bandera
           y esperar con paciencia a que lleguen otros forasteros


 la fiesta seguirá lejos de casa
        quedarán colillas, copas y una chaqueta olvidada


y sólo entonces

a salvo de torbellinos y polvo

reconstruiré estos alrededores
siguiendo acordes finales

Será un reino más efímero, si es eso posible



en definitiva

no nos sirvió comprar mitologías extranjeras



aquí nos bajamos




        The show must go on





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