esta extrañeza persistente
habita ya los poros de la ciudad
todo es tan ajeno
aún en el hogar
nos acostumbramos a este sabor amargo forastero
invasor de todos los lugares
en estos tiempos
también las horas son extranjeras en estos tiempos
¿para qué erigir fortalezas entonces?
¿para qué echar migas en los laberintos?
todo caerá
alas vencidas
torres inexpertas
voces de amor
al reino original
ordenado bajo la mirada impaciente de las hormigas
con el código de la derrota
en altares marcados por la plaga
reducidos en el despojo de las dimensiones
finalmente
habremos encontrado nuestro lugar
1 comentario:
Se siente la desesperanza de la voz, su resignación, el desgano. Y la tristeza, el deterioro prevalen muy a nuestro pesar...
Fuertes imágenes!
Saludos,
Ophir
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