lunes, 1 de abril de 2013

NOMBRES PROPIOS



Tu linaje breve nos enseñó a esquivar la carnada, a transcurrir entre intenciones oscuras que pretendían emboscarnos en cada esquina del camino. Insondables voluntades han arrimado desde el comienzo la trampa, sembrando en el tiempo todos los nombres propios. Déjalos enterrados, cubiertos de silencio; no dejes que saliven ni sumen burla. No te escribas en la piel; descarga todos los talentos y vuelve al verbo de fuego con lo único que tienes: Hambre y sed, porque el miedo a morir ya te fue arrebatado, junto con la distancia, cuando te seccionaron el alma en un charco de savia. No pidas a tu pueblo cardumen, ciegos esperan el sacrificio que amaine la embestida de la sombra. Ellos no lo saben, pero pronto seremos rellenados con olvido en los confines de este corral.



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