miércoles, 21 de julio de 2010

DIOSES INTERMITENTES



falta noche en las heridas
sobra nieve en las alas
        tratamos de borrar las muescas en los huesos

nuestro  límite se tiñe de sueños ajusticiados  
damos de comer nuestras alas a las bestias
y nos sumanos a una estirpe de estatuas
        contando historias encalladas como buques
 
aferrados a un latido en cada eternidad
esperando que los espejos no se muevan
 
erguidos como espumas de Babel
somos tótem irritado
       ámbar de la raza


sin embargo
aprendimos a olvidar a los dioses intermitentes
 
nuestros ojos reventaron velos razonables
aprendimos el alfabeto de los ríos y de las rocas
con la boca llena de silencios diminutos
seguimos 
empeñados en escribir biblias luminosas

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