estos niños creciendo sin árboles
no conocerán los restos del paraíso
transitarán apurando la digestión de venenos ocularess
adictos a esta viscosa ignorancia
los demás disfrutamos nuevos cantos de sirena
en altares levantados sobre cuerpos incorruptibles
con almas moribundas
vivimos tiempos de metales pesados y cenizas oscuras
estómagos planos y recipientes abultados
la ciudad ha permitido la diáspora de los héroes
la sangre va ocupando su ausencia
y mientras suenan los acordes de la migración final
huimos de eunucos poderosos
soñando eyaculaciones de pólvora
profetas conectados a cajas de pandora
prometen éxtasis cotidiano
en el reino de nuevas alquimias
La esperanza se esconde de estos cielos infectados
se pregunta si esta raza merece otra oportunidad
2 comentarios:
Las imágenes dejan un profundo sabor en la boca, unas ganas de repaso, de regreso, de desazón que quizá por conocida duele y se siente aquí, adentro...
Te leo, calladita. Abrazos.
Ophir
Y bien poeta, qué podré decir de este poema, de su palabra bien labrada. Lo único que se me ocurre es pedirle su permiso para leerlo en mi programa el domingo 16 de enero de 2011.
Vaya un abrazo y todo éxito posible.
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