martes, 7 de febrero de 2012

DAME UNA PIEL





tu nombre es concreto
       depredadora de iglesias
       santificadora de lupanares

te revelaste contra tus arquitectos
ejecutas una sentencia continua
              a unos cobijo       a otros intemperie
       a todos racionas la visión del paraíso

así enseñas
      el poder está en la resistencia
            en no llamar la atención
                 saber esperar

                           sucumbir al tiempo sin testigos


ahora te pido una piel poderosa
que espante el frío mientras me desmorono

dentro del oleaje de esta carne vieja
te sigo nombrando sin saberlo


antes de irme te devolveré todo
        hasta el último soplo de aire
            ese aire único con licencia en tus dominios



.


2 comentarios:

Kira Kariakin dijo...

Hola... me he llegado por acá en una de esta noches de medio angustia en que no me quiero ir a dormir acá en Yakarta... me ha gustado este poema... pero tienes un peloncito... hasta el último soplo de aire... bellísimo el verso final

Carlos Suñer Queralt dijo...

Gracias Kira!
Corregido el error!