tu nombre es concreto
       depredadora de iglesias
       santificadora de lupanares 
te revelaste contra tus arquitectos
ejecutas una sentencia continua 
              a unos cobijo       a otros intemperie
       a todos racionas la visión del paraíso
así enseñas
      el poder está en la resistencia
            en no llamar la atención
                 saber esperar
                           sucumbir al tiempo sin testigos
ahora te pido una piel poderosa
que espante el frío mientras me desmorono
dentro del oleaje de esta carne vieja
dentro del oleaje de esta carne vieja
te sigo nombrando sin saberlo
antes de irme te devolveré todo
        hasta el último soplo de aire
            ese aire único con licencia en tus dominios
.

 
2 comentarios:
Hola... me he llegado por acá en una de esta noches de medio angustia en que no me quiero ir a dormir acá en Yakarta... me ha gustado este poema... pero tienes un peloncito... hasta el último soplo de aire... bellísimo el verso final
Gracias Kira!
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