mundo tibio y lento
gobernado por pájaros y ángeles
mundo naciendo de la punta de los dedos
brillando en días sorprendentes
después crecieron inexplicables las ciudades 
                         robándole caminos al viento
temiendo la ira de dioses histéricos
multiplicando como peces
                       los rincones oscuros
alquimistas ahora prisioneros
la muerte se convirtió en oficio
llegaron años feroces
tiempos nacidos en el desasosiego
       marcados por náuseas del alma
años devoradores de pájaros
        asesinos de ángeles
y un día 
saliste del mar
             brillante y salada
dejando un rastro de cangrejos y estrellas de mar
con un conjuro en cada dedo
       para sembrar ojos poderosos en los corazones
nos mostraste mapas prodigiosos
        fórmulas para cruzar tiniebla y ruinas
susurras alfabetos como semillas
conviertes piedras en llaves
nos has dibujado una astronomía razonable
has cabalgado el asombro y el terror
tú
poesía
la domadora de los años feroces   

 
1 comentario:
Carlos, me encantan las imágenes. La contundencia.
Saludos,
Gabriela Rosas
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